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Nacionales Galiza :: 13/04/2018

Carta pola liberdade de Jesús Santrich

Carlos Morais
Carta por la libertad de Jesús Santrich

 

Camarada Trichi, mi buen amigo:

 

Recuerdo con absoluta nitidez aquel atardecer bolivariano, cuando nos conocimos personalmente en tu humilde morada trashumante. Lloviznaba. Un aroma dulce impregnaba la atmósfera. Aunque aun no te habías recuperado de uno de esos alevosos contratiempos que acompañan a quien lucha de verdad por el socialismo, pasamos horas conversando. Escuchabas atentamente. Y rápidamente supe que habías tenido la delicadeza de querer saber y aprender cosas de la tierra de los mil ríos.

 

Así, tiempo después ya “tatareabas” algunas de las músicas deste lugar del mundo llamado Galiza, de aquel pen que te regalara con una inmensa selección de nuestras mejores melodías.
Tu interés por nuestro pueblo, por nuestra lírica, por nuestra historia, presente y futuro, aún me conmueve.

 

Ese día comenzamos a forjar una de esas amistades que con naturalidad fluyen, perduran y nunca se extinguen.

 

La última vez que nos vimos fue una mañana, donde el plomo desafiaba los colores del Caribe. En la habitación de Iván, en la casa del Laguito, en la Cuba liberada por Fidel, ¡siempre Castro!, hablamos con franqueza. Era 19 de octubre del año 2015. Transmití preocupación, inquietud y dudas, muchas dudas, ante la inminencia del acuerdo que estabais cerrando con el gobierno oligárquico colombiano.

 

Con respecto y afecto intentasteis convencerme de que todo iba salir bien. Aún resuenan mis oídos tus explicaciones sobre la necesidad de transitar por el camino de la negociación, para así avanzar en los objetivos trazados por Manuel Marulanda y Jacobo Arenas unos pocos años antes de nuestro nacimiento.

 

Cuestioné vuestras tesis, y más tarde, ya sólo nosotros dos, volvimos a hablar del futuro de la Revolución Colombiana. Comprendí muchas cosas y entendí lo que vino después.

 

Al día siguiente fui tu acompañante de complicidades y confidencias. No nos volvimos a encontrar. Y como bien sabías que iba ser, disentí publicamente del camino emprendido, de las decisiones acordadas. Con amargura, pero siempre con respeto, no aplaudí como hicieron los oportunistas, tu nueva singladura.

 

Pero en mi escuela militante me enseñaron que nunca se abandona a los camaradas y buenos amigos. Es en los momentos difíciles cuando se somete al veredicto de la verdad los vínculos de camaradería.

 

Es pués que, al contrario de los que hace un par de años apoyaban sin reservas, entre euforias desmedidas, los acuerdos de La Habana, y hoy no se pronuncian, solicito tu libertad inmediata. Denuncio el montaje de la DEA contra Seuxis Hernández Solarte y reclamo que queremos libre al comandante Santrich.

 

Sé porqué, tras haber asesinado a más de medio centenar de farianos, la oligarquía de Colombia, te acusa de narcotráfico siguiendo las ordenes del imperialismo que pretende tu extradición.

 

En este trance tan amargo quiero manifestar mi admiración por el narrador y el guerrero, el reconocimiento al músico y devoto de la más sublime belleza, al amigo de los ríos y de las montañas, al poeta y general de la guerra de guerrillas móvil, al dibujante de pájaros y cantos, al defensor intransigente de las lenguas y pueblos que se extinguen, al comunicador de las ondas radiales rebeldes, al conversador insaciable, al teórico marxista, al comunista insurgente y voraz lector.

 

Estos días, ante el impacto de la noticia de tu captura, recordé muchos momentos, de luciérnagas y colibrís, aquella noche habanera de jazz y ron, el aroma del puro, el café caliente y el agua fresca, la habilidad de transformar en mágico el más banal momento, las amistades comunes, el guayoyo chileno, Luber y los patos locos, el “secre” Narciso, Iván, Pável, “Lavacolha”, Alirio, Natalie, Ricardo Téllez, Victoria Sandino ... Tu lealtad a la causa de la vida y de la alegría. Recuerdo tu sonrisa, tu aire de dandy carismático. La facilidad de abrir caminos y sembrar nuevos horizontes.

 

Estamos contigo en tu huelga de hambre. Sé que ninguna mazmorra logrará quebrarte. Que tu pueblo hará todo lo posible para evitar la extradición. Como sé que bien sabes que en la brisa de la historia siempre prevalecerá el ejercicio del derecho universal a la rebelión.

 

Juramos vencer y venceremos!

 

Fuerte abrazo comunista galego.

                                        

Galiza, 12 de abril de 2018  

 

 

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