[Gal/Cast] Tortura reaparece nos operativos repressivos contra o independentismo

Galego

A prática da tortura física a militantes independentistas no nosso país nom é nova, na década de oitenta e começo dos noventa foi padecida nas suas diferentes formas por decenas de galegos e galegas relacionadas com a LAR, o EGPGC e a luita independentista. Mas com nom ser nova constatamos que ela havia tempo que, além de maltrato ou pressons psicológicas em calabouços e cárceres, nom formava parte da caixa de ferramentas da repressom espanhola nos seus operativos policiais e militares.

H.M. “Senlheiro”, militante independentista detido pola polícia espanhola na noite da segunda-feira voltou provar umha das especialidades da democracia à espanhola; a repressom em forma de tortura física. Especialidades como esta, e a própria incomunicaçom, polas que o estado espanhol foi condenado e é denunciado reiteradamente por organismos e intituiçons internacionais de direitos humanos, voltam ser aplicadas no nosso país contra a dissidência política mais combativa com total impunidade.

Senlheiro, vizinho de Ames, foi detido no monte, onde foi torturado.Como é habitual neste tipo de operativos foi incomunicado mas aproveitou a presença de vizinhos e amigos no exterior da morada durante o registo da mesma para dizer a viva voz as seguintes palavras “torturárom-me no monte”, Clamor e denúncia que nos alarma a respeito do tratamento que poda continuar a receber o jovem militante galego a maos da polícia espanhola na procura dumha autoinculpaçom ou outros objectivos repressivos.

De Ceivar cremos que assistimos a umha volta de torca nos métodos repressivos que estám a aplicar no nosso país, hoje contra a dissidência política independentista, amanhá quem sabe.Que atentam gravemente contra os direitos humanos, que todos devemos estar muito antentos ao desenvolvimento destes para combatê-los e que pola gravidade que encerram devem ser denunciados por todos aqueles que dim defender os direitos e as liberdades. A lacra da tortura e os torturadores quer voltar a se instalar no nosso país como arma de guerra, nom o permitamos ou seremos cúmplices dos que aplicam os electrodos, a saca ou a banheira, e muito especialmente de quem o ordena ou ampara.

Castellano

La práctica de la tortura física a militantes independentistas en nuestro país no es nueva, en la década de los ochenta y comienzo de los noventa fue padecida en sus diferentes formas por decenas de galegos y galegas relacionadas con LAR, el EGPGC y la lucha independentista. Pero aunque no es nueva constatamos que hacía tiempo que, a pesar del maltrato o presiones psicológicas en calabozos y cárceles, no formaba parte de la caja de herramientas de la represión española en sus operativos policiales y militares.

H.M. "Senlheiro", militante independentista detenido por la policía española en la noche del lunes ha puesto de manifiesto una de las especialidades de la democracia a la española; la represión en forma de tortura física. Especialidades como esta, y la propia incomunicación, por las que el estado español fue condenado y es denunciado reiteradamente por organismos e instituciones internacionales de derechos humanos, vuelven a ser aplicadas en nuestro país contra la disidencia política más combativa con total impunidad.

Senlheiro, vecino de Ames, fue detenido en el monte, donde fue torturado. Como es habitual en este tipo de operativos fue incomunicado pero aprovechó la presencia de vecinos y amigos en el exterior de su casa durante el registro de la misma para decir a viva voz las siguientes palabras "Me han torturado en el monte". Clamos y denuncia que nos alarma al respecto del trato que pueda continuar recibiendo el joven militante galego a manos de la policía española en la búsqueda de una autoinculpación o otros objetivos represivos.

De Ceivar creemos que estamos asistiendo a un regreso en los métodos represivos que están aplicando en nuestro país, hoy contra la disidencia política independentista, mañana quien sabe. Que atentan gravemente contra los derechos humanos, que todos debemos estar muy atentos al desarrollo de estos para combatirlos y que por la gravedad que encierran deben ser denunciados por todos aquellos que dicen defender los derechos y las libertades. La lacra de la tortura y los torturadores quiere volver a instalarse en nuestro país como arma de guerra, no lo permitamos o seremos cómplices de los que aplicar los electrodos, la bolsa o la bañera, y muy especialmente de quien lo ordena o ampara.