[Gal/Cast] É necessária umha política radical

Galego

A ofensiva predadora da burguesia contra a classe trabalhadora, as mulheres e a Galiza, está a ser facilitada pola carência de coragem e visom estratégica das forças de esquerda com representaçom institucional.

Mas também polo timoratismo das organizaçons sociais que, objetivamente, possuem capacidade para fazer frente à declaraçom de guerra do Capital contra o mundo do Trabalho.

Tal como os donos do mundo aplicárom previamente com relativo êxito noutras áreas planetárias, a oligarquia espanhola, seguindo os diktados da Troika, está a impor na Galiza o modelo ultraliberal do capitalismo selvagem, sem controlo, sem mecanismos de regulaçom.

De momento o roteiro que tenhem traçado vai-se implementando com relativa facilidade. As resistências e as luitas populares ainda som insuficientes, fragmentárias e carentes do imprescindível fio condutor que incorporem e acoplem as reivindicaçons táticas e setoriais ao objetivo estratégico e globalizador.

Mas nom se trata de substituir o PP de Feijó e Rajói por outro "governo alternativo" que ganhe umhas eleiçons com um programa conscientemente inaplicável neste quadro jurídico-político burguês, patriarcal e espanhol. Esta opçom, que condiciona essas estratégias erróneas, só poderia implementar no melhor dos casos um adulterado conjunto de inconexos remendos neokeynesianos que atrasaria novamente a acumulaçom de forças, legitimaria o sistema e injetaria tempo à multicrise estrutural que padece este decadente e apodrecido regime.

Tampouco lavar a cara do PSOE, umha reacionária força política desacreditada polas massas pola sua inegável corresponsabilidade no empobrecimento, espanholizaçom, perda de direitos e cortes de liberdades.

Enquanto o fetichismo eleitoral e a estratégia parlamentarista prevalecer sobre a necessidade de movimentar, radicalizar e organizar o povo trabalhador, a ofensiva oligárquica contra a Pátria, as mulheres e o proletariado nom cessará.

Os estados maiores das forças políticas estám mais preocupados polas informaçons barométricas de Sondaxe ou Metroscópia que polas vozes de protestos e indignaçom das ruas, dos centros de estudo e de trabalho. As direçons da esquerda nacional estám obsessionadas com as agendas eleitorais de 2014 e 2015, esquecendo as liçons recentes das frustrantes experiências de gestom nos governos municipais das grandes cidades ou do governo autonómico.

Um dos ensinamentos que devemos extrair destas quatro décadas de reinstauraçom bourbónica som os limites e perigos da obsessom pola estratégia parlamentarista. Continuar a alimentar o ilusionismo eleitoral só tem favorecido o oportunismo, a frustraçom e o populismo reacionário. Nom obviemos que cada vez som mais os segmentos sociais que nom acreditam nos processos eleitorais. E muita desta gente participa ativamente nas grandes mobilizaçons obreiras e populares contras as políticas do monopartidarismo bicéfalo espanhol.

As forças da esquerda soberanista galega poderám incrementar apoios eleitorais percentuais e até mesmo quantitativos, mas se continuarem a desatender o fundamental: o debate ideológico, a formaçom política, a auto-organizaçom social, a mobilizaçom popular, estám condenadas ao mais absoluto fracasso.

Há que desenredar-se da lógica que impom o sistema. Superar e abandonar a hegemonia tecnocrata do pior fast thinker e desenvolver umha linha política radical.

Temos a responsabilidade coletiva de construir umha grande alternativa rupturista obreira e popular, patriótica e feminista visada à tomada do poder. Contribuamos pois para o desenvolvimento de plurais espaços poliédricos mediante alianças geometricamente variáveis que injetem ánimo e confiança de vitória no nosso povo.

Castellano

La ofensiva depredadora de la burguesía contra la clase trabajadora, las mujeres y Galiza, está siendo facilitada por la carencia de coraje y visión estratégica de las fuerzas de izquierda con representación institucional.

Pero también por el timoratismo de las organizaciones sociales que, objetivamente, poseen capacidad para hacer frente a la declaración de guerra del Capital contra el mundo del Trabajo.

Tal como los dueños del mundo aplicaron previamente con relativo éxito en otras áreas planetarias, la oligarquía española, siguiendo los dictados de la Troika, está imponiendo en Galiza el modelo ultraliberal del capitalismo salvaje, sin control, sin mecanismos de regulación.

De momento la ruta que tienen trazada se va implementando con relativa facilitad. Las resistencias y las luchas populares aún son insuficientes, fragmentarias y carentes del imprescindible hilo conductor que incorporen y acoplen las reivindicaciones tácticas y sectoriales al objetivo estratégico y glogalizador.

Pero no se trata de sustituir al PP de Feijó y Rajói por otro "gobierno alternativo" que gane unas elecciones con un programa consciente inaplicable en este cuadro jurídico-político burgués, patriarcal y español. Esta opción, que condiciona esas estrategias erróneas, sólo podría implementar en el mejor de los casos un adulterado conjunto de inconexos remiendos neokeynesianos que atrasaría de nuevo la acumulación de fuerzas, legitimaría el sistema e inyectaría tiempo a la multicrisis estructural que padece este decadente y podrido régimen.

Tampoco lavar la cara del PSOE, una reaccionaria fuerza política desacreditada por las masas por su innegable corresponsabilidad en el empobrecimiento, españolización, pérdida de derechos y recortes de libertades.

Mientras el fetichismo electoral y la estrategia parlamentarista prevalezca sobre la necesidad de mover, radicalizar y organizar al pueblo trabajador, la ofensiva oligárquica contra la Patria, las mujeres y el proletariado no cesará.

Los estados mayores de las fuerzas políticas están más preocupados por las informaciones barométricas de Sondaxe o Metroscopia que por las voces de protestas e indignación de las calles, de los centros de estudios y de trabajo. Las direcciones de la izquierda nacional están obsesionadas con las agendas electorales de 2014 y 2015, olvidando las lecciones recientes de las frustrantes experiencias de gestión en los gobiernos municipales de las grandes ciudades o del gobierno autonómico.

Una de las enseñanzas que debemos extraer de estas cuatro décadas de reinstauración borbónica son los límites y peligros de la obsesión por la estrategia parlamentarista. Continuar alimentando el ilusionismo electoral sólo ha favorecido al oportunismo, la frustración y el populismo reaccionario. No obviemos que cada vez son más los segmentos sociales que nom creen en los procesos electorales. Y mucha de esta gente participa activamente en las grandes movilizaciones obreras y populares contra las políticas del monopartidismo bicéfalo español.

Las fuerzas de izquierda soberanista galega podrán incrementar apoyos electorales porcentuales e incluso cuantitativos, pero si continúam a desatender lo fundamental: el debate ideológico, la formación política, la auto-organización social, la movilización popular, están condenadas al más absoluto fracaso.

Es necesario desenredarse de la lógica que impone el sistema. Superar y abandonar la hegemonía tecnócrata del peor fast thinker y desarrollar una línea política radical.

Tenemos la responsabilidad colectiva de construir una gran alternativa rupturista obrera y popular, patriótica y feminista orientada a la toma del poder. Contribuyamos pues al desarrollo de plurales espacios poliédricos mediante alianzas geométricamente variables que inyecten ánimo y confianza de victoria en nuestro pueblo.