Los sindicatos del metal retroceden y los trabajadores quieren resistir
La CIG ha dejado la decisión de suspender temporalmente la convocatoria de huelga del sector metalúrgico en la provincia de Pontevedra en manos de CC.OO. y celebrará asambleas en cada centro de trabajo a primera hora del lunes, donde se analizará la situación en función de la postura que adopte Comisiones.
El portavoz de la CIG, Antolín Alcántara, justificó esta decisión en que su sindicato se encuentra "condicionado" a lo que decidan los otros dos, puesto que UGT y CC.OO. juntas tienen mayoría. Alcántara declaró a los periodistas que el lunes continuará la huelga y fue rotundo al afirmar ante los trabajadores que no se alcanzará ningún acuerdo «mientras no se resuelva el conflicto».
El portavoz de CC.OO fue abucheado en varias ocasiones y durante el tiempo que duró la asamblea se registraron pequeños conatos de enfrentamientos.
Las asambleas de trabajadores controlan los acuerdos y siguen con las movilizaciones
Los trabajadores del sector del metal en la provincia de Pontevedra recorrieron a pie ayer la distancia que separa Marín de Pontevedra en protesta por su situación laboral y han iniciado ya en autobús su regreso a Vigo, de donde partieron por la mañana en la vigésimo tercera jornada de huelga.
En Marín permanecieron durante una hora y media concentrados ante la factoría naval, a la que intentaron acceder sin conseguirlo profiriendo gritos y haciendo estallar algún petardo mientras proclamaban «el convenio del metal es para todos, también para los esquiroles», en alusión a los trabajadores que permanecían en la factoría. Seguidamente, se desplazaron a pie hasta Pontevedra, donde recorrieron las calles de la zona del estadio Pasarón y, tras celebrar una asamblea, abandonaron la ciudad.
Los trabajadores del metal también recorrieron caminando los más de 60 kilómetros que separan Pontevedra de Compostela los pasados lunes y martes para reclamar una solución para el convenio colectivo del sector.
El conflicto ya se alarga durante la jornada de hoy 23 días, que han supuesto unas fuertes pérdidas en las industrias del metal, fundamentalmente en los astilleros y en las empresas auxiliares, pero también en las nóminas de muchos trabajadores que han cobrado sólo una mínima parte.
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