[Cast/Gal] Consideraciones urgentes y pertinentes sobre un domingo que no cambiará el país (Galiza)

Castellano

No voté, ni estoy deprimido, ni abatido, ni tampoco decepcionado por los resultados electorales del pasado domingo. Tampoco estoy satisfecho ni mucho menos eufórico, pues una parte de lo sucedido es negativo para la construcción nacional de Galiza.

La mayoría absoluta del PP, el descalabro del PSOE, la aceleración de la hemorragia electoral del BNG, iniciada en 2001, y la espectacular entrada de la AGE en el parlamento, no determinarán las luchas existentes, y mucho menos las que vendrán.

Afortunadamente, la lucha de liberación nacional y social de género de este pueblo no dependerá básicamente de la aritmética electoral del modelo burgués de representación. La dilatada historia de la lucha de clases a escala internacional ha aportado innumerables ejemplos de volatilidad de los comportamientos electorales de las amplias masas.

La calle es, y seguirá siendo, el centro de gravedad en donde se trazará el futuro de la Patria oprimida y de la clase explotadora. Las batallas determinantes para nuestra liberación, contra el proyecto asimilacionista español y la imposición de las condiciones socio-laborales decimonónicas que pretende imponer la burguesía, no tendrán lugar en el interior de los muros del antiguo cuartel del Hórreo, y si, en los centros de trabajo y estudio, en las avenidas y calles de este país. Será en los combates en la calle que librarán las masas, donde emerja la nueva Galiza que necesitamos.

Sin embargo, ante el enorme debate y reflexión en que se inserta el conjunto de la izquierda y del movimiento popular, considero necesario apuntar:

1. Aún sin tener los resultados definitivos, a la espera de los datos de los residentes en el extranjero, la abstención se ha incrementado cerca de 7 puntos en relación a 2009. Hemos sido más de 832.000 el número de galegas y galegos que optamos porno apoyar ninguna de las fuerzas que se presentaron. Es decir, 150.000 más que hace cuatro años.

2. A este divorcio con la clase política, hay que añadir el importante ascenso del voto nulo(37.472) y en blanco( 38.410) lo que representa el 5,4% de las y los votantes.

3. Las dos principales fuerzas del sistema -PP y PSOE- pierden 366.310 votos en su conjunto, 135 mil el partido de Feijóo y 230 mil el del Pachi Vasques. La antidemocrática Ley D’Hont y la disparatada representación territorial provincial, en la cual Ourense, con una población un poco superior a Vigo, cuenta con 14 diputados, contribuyen para deformar hasta el absurdo el poder institucional. Así el PP incrementa su mayoría absoluta, a pesar de haber conseguido menos votos que las otras seis candidaturas más votadas.

4. Existen causas fundadas y de enorme peso para comprender que más de 125.000 compatriotas retirasen su apoyo al BNG.

5. Los 200.000 sufragios conseguidos por la AGE, sumados a los 145.000 del BNG, no recuperan los obtenidos por la izquierda nacionalista hace once años y están muy lejos del techo electoral con casi 400.000 logrados en 1.997.

6. El nuevo experimento de poner en marcha un proyecto político galego de centro derecha ha vuelto a fracasar estrepitosamente.

Por lo tanto, no existen motivos para caer en el desaliento, ni en el pesimismo. La desafectación popular con las fuerzas sistémicas directamente responsables del empobrecimiento de Galiza y de sus mayorías sociales, PSOE y PP, avanzó de forma clara y firme, aunque más lento de lo deseable.

Pero si, es negativo para el futuro del proyecto nacional galego la importante reducción de representación genuinamente galega en el parlamento de cartón. El beirismo pasará a la historia nacional por haber entregado gratuitamente a la social-democracia española 5 diputados. IU por sí solo nunca conseguiría este resultado en Galiza, por mucho que las tendencias a escala estatal constaten un traslado electoral para el partido de Cayo Lara de antiguos votantes del PSOE, abstencionistas y jóvenes que votan por primera vez.. Que lamentable contribución para la (des)construcción nacional!

Tan patética como la campaña del BNG. Tanto su candidato como el conjunto de sus voces más destacadas a lo largo de quince días de campaña, se caracterizaron por mantener una línea discursiva timorata y acomplejada, por reproducir anodinas recetas del pasado, una suicida carencia de crítica al PSOE, una incapacidad de comprender la radicalización en curso de destacados sectores populares, básicamente juveniles, que exigen un discurso y programa anticapitalista. Pero el ADN de la UPG esteriliza un cambio en esta dirección de un BNG incapaz de adaptarse a la realidad, dominado por una burocracia tan obsoleta, como auto-satisfecha, en estos momentos en pánico por el ERE al que será sometida.

Conclusión

Los resultados electorales del 21 de octubre constatan que es más necesario y urgente que nunca que la clase obrera de este país acelere simultáneamente la construcción de un vigoroso partido comunista y un poderoso movimiento popular socio-político encuadrado en los parámetros de la izquierda revolucionaria independentista.

La AGE no es más que un sucedáneo de la vieja izquierda domesticada. No se construye un vehículo nuevo con piezas viejas y gastadas. Y mucho menos renunciando a los principios.

Tal como el Bloque de izquierdas portugués, o la Syriza griega en la que se inspiró IU a la hora de pactar con Anova, no parece ser más que una moda pasajera que un proyecto sólido y bien asentado, emanado de las luchas populares. AGE es un fenómeno vinculado a las frustraciones y necesidades de la pequeña burguesía urbana que arrastra sectores carentes de referencialidad electoral, fascinados por el carismático verbo incendiario, pero también vacío, de Beiras.

La AGE carece de musculatura organizativa, de introducción real en el mundo del trabajo, en el tejido asociativo popular. Todo indica que es una de las alternativas de recomposición de la social-democracia que el imperialismo considera para sustituir la debacle en que se encuentra el PSOE.

No podemos aguardar ni confiar en giros soberanistas y a la izquierda de nadie. Hay que confiar en las potencialidades de nuestras modestas fuerzas y en la inconmensurable energía revolucionaria de nuestro pueblo. Mas que nunca, Galiza necesita una izquierda independentista con proyección de masas, para organizar al pueblo, para acompañarlo en las luchas, contribuyendo así en la vinculación de los objetivos tanto tácticos como estratégicos.

Sólo la independencia y la plena soberanía nacional, ligada intrínsicamente a la construcción de una sociedad socialista superadora de la actual dictadura burguesa y dominación patriarcal, conseguirá esa sociedad que desea la inmensa mayoría de las personas que salen a las calles contra el desempleo, contra la precariedad y los bajos salarios, contra el incremento de los impuestos, la privatización de la salud y de la educación, el empobrecimiento y depauperización, para no perder sus casas, contra la emigración y por un futuro digno.

Galiza tiene la necesidad y el deber histórico de acompañar a Cataluña y al País Vasco en el irreversible camino hacia la construcción de nuevos Estado y, por lo tanto, contribuir a la destrucción del Estado imperialista español.

El rescate de España es cuestión de semanas. En ese momento, alcanzaremos el punto crítico debido a las terrible consecuencias que provocarán las recetas de la troika en las condiciones de vida de la inmensa mayoría de la población. La rebelión popular comenzará a ser una alternativa a la cual irremediablemente recurrirán las masas.

El éxito de la huelga general del próximo 14 de noviembre es un objetivo inmediato para comprometernos al máximo, para avanzar en el diseño de este nuevo escenario.

Galiza, 23 de octubre de 2012.

Traducción Boltxe Kolektiboa

Galego

Nem votei, nem estou deprimido, nem abatido, nem tampouco decepcionado polos resultados eleitorais do passado domingo. Tampouco estou satisfeito e muito menos eufórico, pois umha parte do acontecido é negativo para a construçom nacional da Galiza.

A maioria absoluta do PP, o descalabro do PSOE, a aceleraçom da hemorragia eleitoral do BNG iniciada em 2001, e a espetacular entrada da AGE no parlamentinho, nom determinarám as luitas existentes, e muito menos as que ham de vir.

Afortunadamente, a luita de libertaçom nacional e social de género deste povo nom dependerá basicamente da aritmética eleitoral do modelo burguês de representaçom. A dilatada história da luita de classes a escala internacional tem fornecido inumeráveis exemplos da volatilidade dos comportamentos eleitorais das amplas massas.

A rua é, e seguirá sendo, o centro de gravidade onde se traçará o futuro da Pátria oprimida e da classe explorada. As batalhas determinantes pola nossa libertaçom, contra o projeto assimilacionista espanhol e a imposiçom das condiçons sociolaborais decimonónicas que pretende impor a burguesia, nom terám lugar no interior dos muros do antigo quartel do Hórreo, e sim nos centros de trabalho e estudo, nas avenidas e ruas deste país. Será nos combates de rua que livrarám as massas onde emerja a nova Galiza que necessitamos.

Porém, perante o enorme debate e reflexom em que está inserido o conjunto da esquerda e do movimento popular, considero necessário apontar:
1- Ainda sem termos os resultados definitivos, à espera dos dados dos residentes no estrangeiro, a abstençom incrementou cerca de 7 pontos em relaçom a 2009. Fomos mais de 832 mil o número de galegas e galegos que optamos por nom apoiar nengumha das forças que se apresentárom. Ou seja, 150 mil mais que há quatro anos.

2- A este divórcio com a casta política, há que acrecentar o importante ascenso do voto nulo (37.472) e em branco (38.410) o que representa 5.24% d@s votantes.

3- As duas principias forças sistémicas -PP e PSOE-, perdem 366.310 votos no seu conjunto, 135 mil o partido de Feijó e 230 mil o de Pachi Vasques. A antidemocrática Lei D’Hont e a disparatada representaçom territorial provincial, na qual Ourense, com umha populaçom um pouco superior ao grande Vigo, conta com 14 deputados, contribuem para deformar até o absurdo o poder institucional. Assim, o PP incrementa a sua maioria absoluta, embora tenha conseguido menos votos que as outras seis candidaturas mais votadas.

4- Existem causas fundadas e de enorme peso para compreender que mais de 125 mil compatriotas retirassem o seu apoio o BNG.

5- Os 200 mil sufrágios atingidos pola AGE, somados aos 145 mil do BNG, nom recuperam os obtidos pola esquerda nacionalista há onze anos, e estám mui longe do teito eleitoral de quase 400 mil logrados em 1997.

6- O novo experimento de pôr em andamento um projeto político galego de centro direita voltou a fracassar estrepitosamente.

Portanto, nom existem motivos para cair no desalento, nem no pessimismo. A desafetaçom popular com as forças sistémicas diretamente responsáveis polo empobrecimento da Galiza e das suas maiorias sociais, PSOE e PP,avançou de forma clara e firme, embora mais lenta do desejável.

Mas sim é negativo para o futuro do projeto nacional galego a importante reduçom da representaçom genuinamente galega no parlamentinho de cartom. O beirismo passará à história nacional por ter entregado gratuitamente à social-democracia espanhola 5 deputados. IU por si só nunca conseguiria este resultado na Galiza, por muito que as tendências a escala estatal constatem um deslocamento eleitoral para o partido de Cayo Lara de antigos votantes do PSOE, abstencionistas e jovens que votam pola primeira vez. Que lamentável contributo para a (des)construçom nacional!

Tam patética como a campanha do BNG. Tanto o seu candidato, como o conjunto das suas vozes mais destacadas ao longo dos quinze dias de campanha, caraterizárom-se por manter umha linha discursiva timorata e acomplexada, por reproduzir anodinas receitas do passado, umha suicida carência de crítica ao PSOE, umha incapacidade de compreender a radicalizaçom em curso de destacados setores populares, basicamente juvenis, que exigem um discurso e programa anticapitalista. Mas o ADN da UPG esteriliza umha viragem nesta direçom de um BNG incapaz de se adaptar à realidade, dominado por umha burocracia tam obsoleta como auto-satisfeita, nestes momentos em pánico polo ERE a que vai ser submetida.

Conclusom

Os resultados eleitorais de 21 de outubro constatam que é mais necessário e urgente que nunca que a classe obreira deste país acelere simultaneamente a construçom de um vigoroso partido comunista e um poderoso movimento popular sociopolítico enquadrado nos parámetros da esquerda revolucionária independentista.

A AGE nom é mais que um sucedáneo da velha esquerda domesticada. Só com peças velhas e gastas nom se fai um veículo novo. E muito menos renunciando aos princípios.

Tal como o Bloco de Esquerda português, ou a Syriza grega em que se inspirou IU à hora de pactuar com Anova, tem mais de moda passageira que de um projeto sólido e assente, emanado das luitas populares. AGE é um fenómeno vinculado às frustraçons e necessidades da pequena-burguesia urbana que arrasta setores populares carentes de referencialidade eleitoral, fascinados polo carismático verbo incendiário, mas também vazio, de Beiras.

A AGE carece de musculatura organizativa, de introduçom real no mundo do Trabalho, no tecido associativo popular. Todo indica que é umha das alternativas de recomposiçom da social-democracia que o imperialismo considera para substituir a desfeita em que se acha o PSOE.

Nom podemos aguardar nem confiar em giros soberanistas e à esquerda de ninguém. Há que confiar nas potencialidades das nossas modestas forças e na incomensurável energia revolucionária do nosso povo.

Mais que nunca, a Galiza necessita de umha esquerda independentista com projeçom de massas, para organizar povo, para o acompanhar nas luitas, contribuindo para vincular os objetivos táticos com os estratégicos.

Só a independência e plena soberania nacional, ligada intrinsicamente à construçom de umha sociedade socialista superadora da atual ditadura burguesa e dominaçom patriarcal, conseguirá essa sociedade que deseja a imensa maioria das pessoas que saem às ruas contra o desemprego, contra a precariedade e os baixos salários, contra o incremento de impostos, a privatizaçom da saúde e do ensino, o empobrecimento e a depauperaçom, para nom perderem as suas casas, contra a emigraçom, por um futuro digno.

A Galiza tem a necessidade e o dever histórico de acompanhar a Catalunha e o País Basco no irreversível caminho face a construçom de novos Estados e, portanto, contribuir para a destruiçom do Estado imperialista espanhol.

O resgate de Espanha é questom de semanas. Nesse momento, atingiremos um ponto crítico polas terríveis conseqüências que provocarám as receitas da troika nas condiçons de vida das imensas maiorias. A rebeliom popular começará a ser umha alternativa à qual irremediavelmente terám que recorrer as massas.

O êxito da greve geral do vindouro 14 de novembro é um objetivo imediato em que devemos comprometer-nos ao máximo, para fazer avançar o desenho desse novo cenário.

Galiza, 23 de outubro de 2012